La licencia permite la libre circulación de los trabajos
Copyleft, no más egoísmo
Los derechos de autor ya no son un tema tabú con la invasión del Internet. Los más conservadores siguen apostando por el Copyright, pero las nuevas generaciones ya tienen una alternativa
En 1970 surgió el Copyleft, una característica de algunas licencias que otorgan permisos de copia, modificación y redistribución a los usuarios de obras y trabajos culturales, artísticos, científicos o cualquier producción creativa.
Una de cláusulas que incluye el copyleft es la imposición de los mismos derechos sobre copias y obras derivadas del trabajo original. Además, quienes apoyan esta alternativa pretenden que exista una mayor libertad a la hora de copiar o elaborar versiones derivadas, que, a su vez, se puedan modificar y redistribuir.
Efecto vírico
Gracias a la particularidad que significa otorgar estos permisos, el copyleft ha adquirido un carácter o efecto vírico —sus principios implican que las normas que rigen este tipo de licencias se transmitan continuamente de un trabajo a otro—, que ha desembocado en que los trabajos con esta licencia no pueden ser unidos legalmente a otros que se distribuyan sin el código fuente.
La palabra "vírico" puede sugerir connotaciones negativas, es por esto que este efecto también se conoce como “hereditario”, porque los tipos de licencias se traspasan del trabajo original al modificado.